Es por la quita de subsidios a esos servicios. Y en el caso de una
familia de consumos medios en la región metropolitana. Si es un hogar de
alto consumo el gasto adicional mensual treparía a $ 390.
Mientras los funcionarios del ministerio de Planificación y de los entes reguladores definen contrarreloj las normas y resoluciones
para implementar la eliminación de los subsidios residenciales, los
técnicos de las distribuidoras y los especialistas energéticos
comenzaron a perfilar cuál sería el impacto que deberán afrontar los hogares en las próximas boletas de energía eléctrica, agua y gas.
Los
primeros cálculos realizados para una familia tipo de la Capital
Federal que tiene niveles de consumo medios indican que, sin los
subsidios vigentes, deberá pagar un promedio de $ 205 más por mes en las facturas de los tres servicios básicos.
En el caso de los hogares con medianos y altos consumos, el ajuste por mes por la quita de los subsidios representaría un desembolso extra de $ 390 en las boletas de luz, agua y gas.
Tras
haber lanzado a principios de mes el desmantelamiento de los subsidios
para determinados sectores comerciales e industriales; los ministros de
Planificación, Julio De Vido y de Economía, Amado Boudou anunciaron esta
semana la extensión de esa medida al universo de los usuarios
residenciales.
La nueva política de eliminación de subsidios,
según los anuncios oficiales, se instrumentará de la siguiente manera:
Desde el 1 de diciembre entrará en vigencia la quita del 100%
de los subsidios de energía eléctrica, gas y agua que tienen los bancos,
financieras, aseguradoras, tarjetas de crédito, telefónicas, empresas
de telefonía celular, juegos de azar, petroleras, mineras, aeropuertos y
operadores de transporte fluvial de pasajeros. Por esta vía, el
Gobierno espera ahorrar unos $ 600 millones anuales.
También perderán los beneficios de los subsidios a partir del próximo mes las empresas
refinadoras de combustibles, procesadoras de gas, aceiteras,
agroquímicas y productoras de biocombustibles. Con esta poda, el Estado dejará de pagar unos $ 3.468 millones anuales.
En el caso específico del sector residencial, el proceso de quita total
de los subsidios arrancará el 1* de enero con los usuarios hogareños
que viven en Barrio Parque y Puerto Madero y aquellos que residen en los
barrios privados y countries del todo el país. De acuerdo con los
números de los funcionarios, este recorte implicará otro ahorro de $ 568 millones anuales.
A partir de ahora, el resto de los usuarios residenciales, independientemente de su nivel de consumo y posición económica, tendrán que manifestar si quieren o no seguir gozando del beneficio de los subsidios . Lo harán a través de un “registro voluntario
de renuncia a los subsidios” al cual se podrán acceder por Internet,
por una línea telefónica gratuita y personalmente en las oficinas
comerciales de las operadoras de los servicios. También lo podrán hacer
mediante una declaración jurada que les llegará con las próximas
facturas.
Aquellos que no renuncien a los subsidios, serán sometidos a un cruzamiento de datos con la AFIP y la ANSeS para determinar su real situación económica y definir si seguirán con los beneficios o pasarán a pagar las tarifas plenas.
Además,
todos los usuarios residenciales deberán pasar por un
“reempadronamiento” que implementarán el Gobierno y las distribuidoras
con el fin de actualizar los datos de cada usuario y la situación
socioeconómica que presenta cada hogar.
Por más que el discurso
oficial se niega a reconocer los aumentos tarifarios que sobrevendrán
por la eliminación de los subsidios, las proyecciones que barajan los
técnicos privados permiten vislumbrar los siguientes impactos: En el
servicio eléctrico, las subas estimadas oscilarán entre el 165% y 400% de acuerdo con los niveles de consumo.
En el gas, los incrementos se ubicarán entre el 150% y 300%.
Por el lado del servicio de agua y saneamiento que presta la estatal AYSA, el ajuste promedio llegará al 230% .
Para una familia tipo porteña que viene pagando $ 45 de agua y consume
500 kWh y 300 metros cúbicos de gas por bimestre, la quita total de los
subsidios representará un gasto extra por año de $ 2460. Medidos por
bimestre, los impactos en las boletas serían de $ 180 en la luz; $ 125 en el gas y $ 105 en el caso del servicio prestado por AYSA.
En tanto para una familia con un nivel de consumo medio alto de 1.100
kwh y 1.000 metros cúbicos de gas bimestrales y una factura de agua de $
100, la desaparición de los subsidios significará un pago adicional
anual de $ 4.860. En este caso, los desembolsos adicionales por bimestre
llegarían a $ 320 en energía eléctrica; $ 250 en gas y $210 en agua y cloacas.
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