El cuerpo de Isidoro Madueña apareció debajo de los escombros
del edificio que se derrumbó en el centro porteño. El hombre, un
jubilado de 74 años, vivía en el inmueble y estaba desaparecido desde el
viernes.
"Encontraron un cuerpo y lo tengo que reconocer, así que estaríamos hablando de que encontraron a mi papá o habría otra persona más que no había sido denunciada", declaró esta mañana Mariano Madueña, en Radio Continental. Al rato llegó la confirmación, de parte de las autoridades del Gobierno porteño: el cuerpo hallado pertenece a Isidoro
Isidoro era un jubilado divorciado, de 74 años. Vivía hace más de 20 años en Bartolomé Mitre 1232, donde compartía un departamento de tres ambientes, que desde el viernes por la noche no existe más, con su hermana. Sin embargo, hacía más de un mes que estaba solo, porque ella viajó al exterior a visitar familiares a principios de octubre.
Su hijo, Mariano, al no tener noticias de su padre denunció que estaba desaparecido: "Mi papá me llama todos los días por cualquier cosa, así que no creo que esté en otro lado. Necesito saber qué pasó con él", le había dicho a Clarín el hijo.
Mariano contó entonces que su padre tenía problemas de audición, así que bien pudo no haber escuchado el llamado que se produjo el viernes a la tarde para abandonar al edificio, ante la aparición de una grieta que preanunciaba el derrumbe.
"Encontraron un cuerpo y lo tengo que reconocer, así que estaríamos hablando de que encontraron a mi papá o habría otra persona más que no había sido denunciada", declaró esta mañana Mariano Madueña, en Radio Continental. Al rato llegó la confirmación, de parte de las autoridades del Gobierno porteño: el cuerpo hallado pertenece a Isidoro
Isidoro era un jubilado divorciado, de 74 años. Vivía hace más de 20 años en Bartolomé Mitre 1232, donde compartía un departamento de tres ambientes, que desde el viernes por la noche no existe más, con su hermana. Sin embargo, hacía más de un mes que estaba solo, porque ella viajó al exterior a visitar familiares a principios de octubre.
Su hijo, Mariano, al no tener noticias de su padre denunció que estaba desaparecido: "Mi papá me llama todos los días por cualquier cosa, así que no creo que esté en otro lado. Necesito saber qué pasó con él", le había dicho a Clarín el hijo.
Mariano contó entonces que su padre tenía problemas de audición, así que bien pudo no haber escuchado el llamado que se produjo el viernes a la tarde para abandonar al edificio, ante la aparición de una grieta que preanunciaba el derrumbe.
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