18 de noviembre de 2011

“Cuando lo veía a él, el nene sentía que estaba con el diablo”

Como el martes al mediodía Tomás no llegaba de la escuela, Susana Santillán, su madre, enseguida fue a la comisaría hacer la denuncia. En la primera declaración nombró a su ex pareja, Adalberto Cuello. De inmediato, la Policía le tomó declaración a Cuello, de 38 años.
Estuvo demorado unas horas y luego fue liberado : su testimonio en principio sonó creíble; aunque los investigadores siempre lo tuvieron entre los principales sospechosos.
Susana y Adalberto fueron novios durante dos años y medio. Tienen un hijo, Martín, de seis meses. Se conocieron en la localidad de Timote; ella vivía ahí y él había ido a trabajar en una obra. La separación fue traumática: hace tres meses él la echó de la casa y le tiró todas sus pertenencias a la calle. Ahora estaban en pleno juicio por la tenencia y la cuota alimentaria. Cuello subió a su cuenta de Facebook un video con su pequeño hijo en brazos.También actualizó su cuenta, con fotos, el mismo martes. Ayer circuló la versión de que habría amenazado a Susana: “Si yo no puedo ver todos los días a mi hijo vos tampoco podrás ver al tuyo” .
Tomás le tenía miedo. Cada vez que veía a Adalberto era una pesadilla, “sentía que estaba con el diablo. Es un tipo con un gran odio para hacer algo semejante. No tengo dudas que el asesino es Adalberto”, dijo a Clarín su tío Guillermo. Uno de los motivos de la separación entre Adalberto y la madre de Tomás fue la mala relación que tenía con el chiquito; y según allegados, Cuello la había engañado con una ex pareja. Cuando quiso recomponer la relación, Susana no aceptó.
Según cuentan vecinos, Adalberto es un hombre violento y no lo quería a Tomás. El nene confiaba en la kiosquera de enfrente de su casa. Le compraba turrones y le contaba su infierno: Adalberto lo maltrataba.
Cuello es albañil, como toda su familia, y nació Lincoln. Después de separarse de Susana se fue a vivir con sus padres a la calle Alsina al 250. Esa casa ayer fue allanada: los investigadores siguieron a los perros rastreadores que iban directo a esa casa, que ayer era custodiada por la policía por miedo a que los vecinos de Lincoln quisieran atentar contra el domicilio.
El viernes de la semana pasaba Cuello había ido a la escuela a buscarlo a Tomás “para ablandarlo”, contó el tío Guillermo. Tomás estaba con su primito.
De acuerdo a una versión que circulaba ayer en Lincoln, el martes, el día que Tomás desapareció, Cuello habría vuelto al colegio y habría aprovechado que Tomás estaba solo: siempre volvía caminando a su casa con su primo, pero ese día había faltado. A Tomás lo encontraron con la ropa que había desaparecido y con su mochila roja, la que usaba para el colegio.

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