Lo había dicho hace pocas horas: el Dakar da revancha. Falta mucho,
se lo oyó decir una y otra vez. Los problemas mecánicos en su Toyota
negra en la etapa que pasó por las dunas de El Nihuil lo habían dejado
muy retrasado en la general.
Demasiado por un piloto que aspira a estar,
como mínimo, en el top five de los autos. Pero el mendocino Orly
Terranova tuvo hoy su gran revancha, esa que le permite, a pesar de
seguir lejos, alimentar el sueño de seguir escalando. Terminó segundo en
la especial que sirvió para unir San Juan con Chilecito (en La Rioja). Y
quiere más.
Terranova, con la Toyota 308 negra, se quedó con el
segundo puesto tras marcar un tiempo de 3h54m52s. Sólo fue superado por
el múltiple campeón Stephane Peterhansel, quien metió su MINI en la
llegada en 3h49m33, 5m19s antes que el argentino. En tercer lugar quedó
Giniel de Villiers, el sudafricano campeón de 2009, con otra Toyota.
El
resultado es histórico para un argentino en el Dakar, en la categoría
estrella. Terranova había coqueteado con un puesto así en varias
ocasiones en sus anteriores participaciones en este rally en América
latina. Incluso sufrió abandonos mientras venía con excelentes tiempos
en 2009 (Copiapó) y 2011 (en camino a Antofagasta,
también en Chile).
Pero esta vez aprovechó la oportunidad y dejó a su Toyota en un puesto
de privilegio.
Vale destacar que la posición final del mendocino
fue alimentada por los problemas mecánicos que sufrió el qatarí Nasser
Al-Attiyah en el kilómetro 288 de la especial, cuando venía volando y
descontando más y más de esos minutos que había perdido en la primera
jornada por los problemas de presión en el motor de su Hummer.
Hoy el
Príncipe, el campeón vigente, perdió de nuevo mucho tiempo y sólo pudo
volver a la ruta tras recibir, como antes, la asistencia del
estadounidense Robby Gordon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario