La presidenta Cristina Kirchner dejó esta mañana el Hospital Austral
de Pilar, donde permaneció internada durante tres días tras ser
intervenida quirúrgicamente. Lo hizo en "óptimo estado general" y con
una novedad que causó alivio y también sorpresa: de acuerdo a un nuevo
estudio, no padecía cáncer de tiroides sino de "adenomas foliculares",
por lo que se modificó el diagnóstico anunciado en un primer momento.
El
anuncio oficial fue efectuado -como sucedió en todo el período de
internación- por el secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro. "El
estudio histopatológico definitivo constató la presencia de nódulos en ambos lóbulos de la glándula tiroides de la Presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, pero descartó la presencia de células cancerígenas, modificando el diagnóstico inicial de la punción", expresó.
Scoccimarro precisó que, de acuerdo al nuevo diagnóstico, la jefa de Estado no deberá recibir yodo radioactivo, tal cual se había barajado en un primer momento. "La Presidenta se encuentra en óptimo estado general",
expresó en medio de palabras de satisfacción de los militantes
oficialistas que realizaron una vigilia frente al centro de salud.
Minutos más tarde -ya con el alta médica- la jefa de Estado abandonó el Hospital Austral. Lo hizo a bordo del helicóptero presidencial, que la trasladó a la quinta de Olivos. Al igual que en su llegada, una lona verde sirvió de cerco visual para cámaras y objetivos fotográficos.
Casi en simultáneo, los militantes -en su mayoría del Gran Buenos
Aires- comenzaban a desmontar el improvisado campamento, en el que se
podían ver imágenes religiosas y también -casi a modo de competencia- los nombres de numerosos jefes K del conurbano.
Según el informe oficial, la Presidenta "descansó normalmente"
durante la última noche en el hospital. Además del parte médico,
Scoccimarro leyó una comunicación de la mandataria y su familia, en la
que agradecieron las muestras de respaldo recibidas durante su
internación. También resaltaron la labor del equipo médico liderado por
Pedro Saco, jefe del Departamento de Cirugía; Daniel Grassi, jefe del
Departamento de Medicina Interna, y Eduardo Schnitzler, director médico
del Hospital Austral.
Durante los tres días que pasó en el hospital, la Presidenta prácticamente no recibió visitas:
sólo lograron atravesar el cerco montado alrededor de su habitación sus
hijos; su madre Ofelia, su hermana Giselle y su nuera Rocío García. Hoy
sólo se vio a Scoccimarro, al secretario General de la Presidencial,
Oscar Parrilli, así como al diputado nacional y militante de La Cámpora
Andrés 'Cuervo' Larroque.
En principio, la licencia médica de
la Presidenta había sido prevista entre el 4 y el 24 de este mes, aunque
como no tendrá que recibir el tratamiento de yodo radiactivo, podría adelantar su regreso a la función pública.
Fuente: Clarin.com
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