Salió decidida de la Maternidad y se fue a la plaza. Inventó que una joven le pidió que le cuide al niño para ir al baño.
“A este bebé en ningún momento lo abandoné ni le hice daño alguno. De
mis brazos pasó a los del policía, al que se lo di con mentiras,
diciendo que me lo dio otra mujer”. Con estas palabras inició su relato
Graciela (40), madre de 9 hijos.
A su último hijo, con apenas 48 horas de nacido y como lo tenía
decidido desde hacía mucho, lo regaló el pasado viernes tras ser dada de
alta de la Maternidad Provincial.
“Lo hice porque no puedo hacerme cargo de él. Yo sé que el juez le va
a encontrar una buena familia”, le confesó a El Tribuno tras pedir
reserva de su identidad. El resto de su familia ignora la existencia de
este niño; “incluso hasta pude conseguir que ni siquiera sospecharan que
estaba embarazada. Nadie sabe nada”.
Una decisión muy meditada
Tras lo ocurrido el viernes, no volvió a ver a la criatura y tampoco
desea tomar contacto con ella, para no encariñarse ni arrepentirse. Es
que, asegura, fue una determinación muy pensada.
Recordó que alrededor del mediodía del viernes, luego de recibir el
alta hospitalaria, se fue caminando hasta el centro con su bebé. Al
llegar a la plaza 9 de Julio se sentó en un banco frente a la Catedral
Basílica, repasando una y otra vez el libreto que tenía en su cabeza. Y
aunque mucho no se acuerda, “porque estaba nerviosa y con hambre, y
hacía mucho calor”, cuando pasó un policía le pidió ayuda diciéndole que
una joven le dejó el niño para ir al baño y no regresó.
“Fuimos a la comisaría a hacer el acta. Y ahí, conversando, dije la
verdad. Que este chiquito es mío pero no me lo puedo quedar, ya que en
casa tengo 8 hijos, el más chiquito de 2 años, y además dos nietos, uno
de apenas un mes. Que lo mejor para este bebé es que el juez le
encuentre una familia. Yo sé que hay muchos padres esperando adoptar un
hijo, más aún si es recién nacido”.
La mujer dejó en claro que “yo sola decidí hacer esto. Lo pensé
mucho”. A la pregunta de si estuvo detenida o demorada, dijo que no
“porque no hay delito, no he dañado a nadie. El bebé en ningún momento
estuvo solo ni en peligro”.
Graciela vive sola con sus hijos y nietos en una vivienda de su
propiedad. El grupo subsiste con su trabajo en casas de familia y con la
venta de golosinas, juguitos y picolé, entre otros productos de
elaboración propia. “Este invierno me dediqué a hacer pan, y me fue
bastante bien”, recuerda.
Asegura que la decisión de no querer quedarse con este bebé es
“porque no puedo, por todo lo que me pasó y me sigue pasando. Es
preferible que esté en otras manos”. Tanto así que es NN, porque nunca
pensó un nombre para él y por ello tampoco le sacó DNI.
Resalta que el hijo anterior a este “todavía es bebé, tiene 2 años, a
veces no tengo para pañales y tampoco para la leche. Por ahí no lo
puedo llevar a trabajar conmigo y queda a cargo de su hermana de 9 años.
Alguna vez, de apuro, he tenido que dejarlo solo un momentito, para ir
entregar o a cobrar. ¿Para qué traer otro niño a casa si no va a estar
bien?... Sin saber dónde dejarlo ni tener para lo mínimo que
necesita...”
Datos
Madre sola. Con 40 años de edad, vive con los 8 hijos que tiene de antes (de entre 18 y 2 años) y dos nietos.
Del padre de este bebé (su 9º hijo), dice que se fue a Buenos Aires apenas supo del embarazo y hasta ahora no da señales.
Fuente: El Tribuno de Salta
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