Las pericias mecánicas realizadas al tren accidentado en Once, en el
que murieron 51 pasajeros y más de 700 resultaron heridos, revelaron que
un freno de la formación no funcionaba.
También se advierte sobre fallas en el "mantenimiento preventivo"
de las formaciones, que implicaban "un riesgo en la seguridad de la
operación". Los datos surgen, en parte, de un nuevo dictamen del fiscal
del caso, Federico Delgado, enfrentado al juez de la causa, Claudio
Bonadio.
Los resultados de las pericias señalan que "un
freno de guarda" del tren que el 22 de febrero pasado se estrelló en la
estación de Once no funcionaba. En el informe presentado al magistrado
se explica que este freno "se acciona tirando una perilla colgante" que
en el momento de la tragedia "no estaba operativa en la cabina del
conductor" del tren.
No obstante, el tren tuvo
"resultado normal en el frenado y recuperación", a punto tal que "en los
últimos 100 metros antes de paragolpes se aprecia una reducción de la
velocidad en el registro GPS de 26 a 20 km/h en un
punto máximo al de choque". "Si bien la confiabilidad de este último
registro –continúa el informe- no es buena por las circunstancias
conocidas (por la simultaneidad con
el momento de la colisión),
podría atribuirse dicha reducción de velocidad a un frenado de último
momento que, en todo caso, resultó a destiempo para evitar el choque".
Según fuentes judiciales, las pericias también advierten que "la mayor parte de las unidades (los trenes) se encuentra con mantenimiento diferido" y precisa que esta "falta de mantenimiento preventivo implica, por supuesto, un riesgo en la seguridad de la operación".
Si
bien en el tren siniestrado "no se ha encontrado evidencia objetiva de
fallas o anormalidades que incidieran en las causas del caso en
estudio", el informe sostiene que "resulta evidente que la mayor parte
de las unidades se encuentra con mantenimiento diferido. La falta de
mantenimiento preventivo implica, por supuesto, un riesgo en la
seguridad de la operación".
La pericia también cuestiona "el alto grado de informalidad con que se entregan vehículos al servicio de pasajeros".
Las fuentes explicaron que la pericia fue realizada sobre los últimos
cuatro vagones del tren porque no fue posible peritar a los dos
primeros, los que sufrieron los daños mayores, justamente por el nivel
de deterioro en que quedaron.
Por otra parte, los peritajes
aclaran que "no hay objeciones que efectuar en cuanto a la aptitud" del
motorman, Marcos Antonio Córdoba, quien deberá volver a declarar ante
Bonadio el 11 de junio próximo, unas horas después de que lo haga Juan
Pablo Schiavi. El juez también citó a indagatoria
esta semana a Ricardo Jaime, al subsecretario de Transporte Ferroviario
Antonio Guillermo Luna, Antonio Eduardo Sícaro actualmente al frente de
la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), y a varios
integrantes del directorio de TBA.
(DyN y Télam)
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