15 de febrero de 2012

Son argentinos, llegaron a Malvinas en crucero y se emocionaron hasta las lágrimas

A Mirta Núñez se le estrujó el alma cuando pisó las Malvinas por primera vez. Es una de las 2500 pasajeras del crucero Star Princess, con bandera de las Bermudas, uno de los territorios británicos de ultramar, que el sábado a la mañana atracó frente a la capital de las islas por unas horas. Como ella, fueron varios los argentinos que se mostraron emocionados y conmovidos, algunos hasta las lágrimas.

La llegada de los 2500 pasajeros cambió el paisaje de las islas. Las calles vacías se llenaron y los locales de souvenirs agotaron llaveros, pines y lapiceras. Para los argentinos fue dura la elección. Casi el 100% de los regalos que pueden comprarse aquí dicen "Falklands" y eso, según contaron duele. "Me encantaría llevarme una remera de acá. Pero no la podría usar", dijo una mujer que prefirió no identificarse mientras revolvía en el Capstan Gift Shop, una de las tiendas de souvenirs. Apenas encontró un par de llaveros sólo con pingüinos para llevar a casa.

Mirta Núñez y Rodolfo Carrizo se detuvieron frente a la catedral de las islas para hablar con Clarín.com. "Vinimos en el Star Princess y uno de los puntos a tocar es Puerto Argentino, aquí en Malvinas. Estamos paseando, recorriendo, con un sabor agridulce por momentos", confesó Rodolfo a quien le viene a la mente "el sin sentido de las guerras, de este conflicto" mientras camina por la Ross Road, una de las calles principales de las islas.

"Me hizo bien ver a los isleños. Era necesario verlos y entenderlos. La violencia no conduce a nada. Quisimos tomar esto con la violencia y nos equivocamos. Pero viendo como viven hay que respetar esto también", continuó.

Rodolfo subrayó: "Esto no deja de ser argentino. Por la historia, por todo lo que pasó. Los que viven aquí son personas que vinieron y colonizaron pero no son originarios de estas islas. Nosotros como argentinos, lo perdimos, lo entregamos, lo que sea.

 Ahora es necesario llegar a un arreglo pacífico".
A Rodolfo le gana la emoción y se le aflojan las lágrimas mientras habla. A su lado, su mujer Mirta también siente ese mismo sabor agridulce. Para ella, este rincón del mundo "es argentino". "Venía con muchas ganas de conocer. Cuando bajé y puse el pie fue una cosa en el estomago, se me caían las lagrimas, una emoción muy fuerte. Me voy a mandar una carta, una postal, para que me quede constancia de que estuve aquí", le contó a Clarín.com.

Enfrente a la catedral, Jorge Rodríguez también se muestra conmovido. "Es muy emotivo. Vine en un crucero de bandera inglesa, pero con mucho respeto", explicó. Las islas "me parecen muy tranquilas, son muy lindas", continuó. Jorge lamenta no tener más tiempo para quedarse. Los pasajeros empezaron a bajar a eso de las 11 de la mañana y a las 18 parte la última lancha de regreso hacia el crucero. Le hubiese gustado ir hasta el cementerio argentino de Darwin. En su lugar, Jorge contó que irá "al museo donde también existen cosas de la época conflictiva, de 1982, y tengo pensando dejar mi corazón con una oración por toda la gente que ha sufrido acá sea de un lado o de otro".

Juan Mineto es de Mendoza, vino con su familia en el crucero. Y se detiene a hablar frente al Liberation Memorial -o monumento de la liberación- levantado en honor a los británicos que murieron en el conflicto. "Es lindo, es chiquito pero es lindo. Nos hubiera gustado ir al cementerio de Darwin", pero con el tiempo en contra prefirieron recorrer la ciudad.

Un grupo de 50 argentinos no quiso perderse esa oportunidad. Subidos a un micro enorme viajaron durante una hora hasta Darwin para honrar a los fallecidos en 1982. Allí están los nombres de los 649 muertos argentinos y 237 tumbas. 114 de ellas están sin identificar.

Fuente: Clarín.com.

No hay comentarios: