4 de enero de 2012

Orly Terranova tuvo su gran revancha con un día histórico

Lo había dicho hace pocas horas: el Dakar da revancha. Falta mucho, se lo oyó decir una y otra vez. Los problemas mecánicos en su Toyota negra en la etapa que pasó por las dunas de El Nihuil lo habían dejado muy retrasado en la general.

Demasiado por un piloto que aspira a estar, como mínimo, en el top five de los autos. Pero el mendocino Orly Terranova tuvo hoy su gran revancha, esa que le permite, a pesar de seguir lejos, alimentar el sueño de seguir escalando. Terminó segundo en la especial que sirvió para unir San Juan con Chilecito (en La Rioja). Y quiere más.

Terranova, con la Toyota 308 negra, se quedó con el segundo puesto tras marcar un tiempo de 3h54m52s. Sólo fue superado por el múltiple campeón Stephane Peterhansel, quien metió su MINI en la llegada en 3h49m33, 5m19s antes que el argentino. En tercer lugar quedó Giniel de Villiers, el sudafricano campeón de 2009, con otra Toyota.

El resultado es histórico para un argentino en el Dakar, en la categoría estrella. Terranova había coqueteado con un puesto así en varias ocasiones en sus anteriores participaciones en este rally en América latina. Incluso sufrió abandonos mientras venía con excelentes tiempos en 2009 (Copiapó) y 2011 (en camino a Antofagasta,

también en Chile). Pero esta vez aprovechó la oportunidad y dejó a su Toyota en un puesto de privilegio.
Vale destacar que la posición final del mendocino fue alimentada por los problemas mecánicos que sufrió el qatarí Nasser Al-Attiyah en el kilómetro 288 de la especial, cuando venía volando y descontando más y más de esos minutos que había perdido en la primera jornada por los problemas de presión en el motor de su Hummer.

Hoy el Príncipe, el campeón vigente, perdió de nuevo mucho tiempo y sólo pudo volver a la ruta tras recibir, como antes, la asistencia del estadounidense Robby Gordon.

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