Literalmente fue una tarde de terror la que se vivió en
un parque de Rosario, donde una campaña para publicitar la atracción de
un shopping terminó con chicos llorando, peleas a golpes entre padres y
promotores e insultos por doquier.
Alrededor de las 18 de ayer,
el parque Urquiza estaba a pleno. Grandes y chicos aprovechaban al aire
libre las últimas horas de sol a orillas del río Paraná. Era una tarde
más, hasta que la bulliciosa calma se quebró de pronto
cuando un trencito de la alegría (“La Merenguita” para los rosarinos)
estacionó justo frente al Planetario y de él descendieron cuatro jóvenes
disfrazados de personajes de clásicas películas de terror.
Allí estaban
el desfigurado Freddy Krueger, con su camiseta a rayas y su garra; el
hombre lobo; uno con una careta de calavera y el temible Jason de Martes
13 con su máscara de arquero de hockey y una motosierra entre sus
manos.
Los muchachos, de unos 20 años, se acercaron hasta el
lugar para promocionar el Laberinto del terror, una de las atracciones
para chicos (y no tanto) que se encuentra en el shopping Portal de la
ciudad santafesina. La idea era que repartieran volantes y, metidos en los personajes, pegaran algún que otro susto.
Todo
marchaba sin mayores sobresaltos hasta que el monstruoso grupo se
encaminó hasta el arenero del parque, donde jugaban los más chiquitos.
Jason entonces cruzó el cerco y con su motosierra de verdad (aunque
sin filo) rugiendo se acercaba a los nenes y fingía que iba a
atacarlos. El pánico se adueñó de los chicos que rompían en llanto y
corrían a buscar refugio en sus papás.
Fue precisamente un padre
quien, indignado con la polémica intervención, encaró a Jason y lo
enfrentó a golpes, según publica hoy el diario La Capital. En torno a la
pelea, otros padres cruzaban insultos con los secuaces de Jason,
mientras los más chicos seguían bañados en lágrimas y sin poder salir
del espanto. Derrotados, los maléficos personajes regresaron al trencito
y se retiraron del lugar.
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