Sus familiares reconocieron que es la herramienta que usaba para sus
trabajos como albañil. Fue encontrada junto al guardapolvo y la mochila
del chico.
“Era un santo”, dijo el imputado sobre el nene ante el
fiscal. “Era un santo”. Eso dijo en su declaración indagatoria Adalberto Cuello
sobre Tomás Dameno Santillán (9). El hombre, que está detenido como
presunto asesino del nene, dijo que entre ellos la relación al principio
“era espectacular” y negó haberlo matado. Sin embargo, su situación
volvió a complicarse aun más hoy, ya que sus propios familiares
afirmaron que la pala que fue encontrada junto al guardapolvo y la
mochila del chico era la que él usaba en sus trabajos de albañilería.
Fuentes
judiciales informaron que ahora los familiares deberán ratificar ese
reconocimiento ante el fiscal del caso, Javier Ochoaizpuro. Se trata la
pala que fue encontrada abandonada en el autódromo municipal, en el
mismo lugar donde aparecieron la mochila de los Power Rangers y el
guardapolvo del chiquito.
Los investigadores creen que ese
objeto fue con el que el asesino golpeó a Tomás en la cabeza y lo mató.
La herramienta es sometida a pericias en La Plata para detectar si hay
sangre o alguna otra evidencia de la víctima, o huellas o ADN del
sospechoso.
Por otra parte, hoy se conoció la declaración que
Ochoaizpuro comenzó a tomarle a Cuello el sábado. Ante el fiscal, el
acusado afirmó que el día que desapareció Tomás, su actual pareja, Inés
Márquez, lo llevó en el auto de sus suegros “a lo de un amigo y luego
volvió cerca de las 12 a su domicilio”.
Márquez se presentó ayer
voluntariamente ante Ochoaizpuro para rectificar su primera declaración
y derribó la coartada del acusado, al negar haber estado el martes
pasado con él. El abogado de la mujer dijo que ella se levantó, planchó y
que a las 12.35 estaba en el colegio donde trabaja como docente.
Cuello, según el relato de ella, se había ido solo en la camioneta Fiat
Weekend del padre de Inés.
La versión choca con la del acusado,
quien afirmó que Márquez lo llevó a lo de su amigo (ese amigo también lo
desmintió), que después lo llevó nuevamente a su casa y "se fue a
trabajar a la escuela".
Indicó que él "se acostó unos 15 minutos
y se levantó", que "preparó la máquina para sacar el agua de la pileta
pero no lo hizo" y que "alrededor de las 12.45 colgó una foto en su
facebook y más tarde otra foto en el mismo lugar".
Los
investigadores probaron ayer que el presunto asesino pudo, en sólo 14
minutos, secuestrar a Tomás, llevarlo al descampado, matarlo y estar en
su casa a las 12.53, momento en que publicó la foto en Facebook.
Siempre
según el texto de la indagatoria, Cuello dijo que "más tarde, cuando
vinieron sus tíos del cementerio, se enteró de la noticia de que Tomi no
había llegado".
El imputado afirmó que llamó "dos veces a
Leonor", su ex pareja y madre de Tomás, y ella "le comentó lo de su
hijo". Después dijo que la mujer llegó con la policía a su casa “y le
tomaron sus datos personales. Además dijo que le preguntó a su ex mujer
(con quien tiene un bebé de siete meses) si quería que la ayudara a
buscar al chico y que ella le dijo que no, entonces "él se quedó en su
casa".
El albañil recordó que media hora más tarde llegó un
móvil policial a su casa que lo trasladó a la comisaría, donde declaró y
lo tuvieron hasta las 22, momento en el que regresó a su casa.
El
acusado también reconoció que el viernes anterior a la desaparición
ayudó a Tomás y a su primo Santiago, cuando un grupo de chicos más
grandes los corrían para pelear. Aunque no supo justificar por qué ese
día estaba merodeando la zona del colegio del hijo de su ex mujer.
Al
respecto, dio argumentos contradictorios. Dijo que estaba allí porque
había ido a comprar leche para su hijo Juan Martín (cuya mamá es Leonor)
y a jugar un número a la quiniela. Si bien explicó que "a esa hora
cerca de su casa no hay nada abierto para comprar leche y menos para
jugar a la quiniela", luego dijo que en realidad el negocio cerca de su
casa "vende caro" y por eso prefirió ir al supermercado cerca del
colegio.
Asimismo, dijo ante el fiscal que nunca le comentó a
nadie que quería secuestrar al chico para hacerle pagar porque no le
dejaba ver al bebé de ambos, pero admitió haber dicho que “el día que
tuviera dinero se llevaría a Juan Martín y eso le dolería a Leonor”,
pero aclaró que la venganza no incluía a Tomás.
Por último, negó haber estado el martes y el miércoles en la zona en la que apareció el cuerpo de Tomás.
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